Seguirán ululando las catedrales de mis ramas si recuerdo.
La campanada arremete con su muerto
La campanada arremete con su muerto
y su mujer de jabón y talco
retuerce un rosario doloroso.
¿Dónde está, aquel que era?
¿Se lo llevaron?
Si es que estuvo.
Gasolina, fauna, ficción.
Disparos cruzados y el puntapié inicial
crepitan terminales
en las pupilas del Estadio Nacional
sobre el verde pasto verde que no recuerdo
y la luna hermosa de nuestra cordillera que no olvido.
¡ ¡ ¡ ¡ ¡ G O O O O O O O L L L L ! ! ! ! !