48 .- TODA UNA VIDA


Como novicia núbil
de dosel a palio te salen
los pulcros tocados, las manos de goma
el  cráneo dulce y jugoso
hospital de mis versos.
¿Me viste antes del grito primero?
Entre las piernas,  
parida
¿Me viste?
En la ciega retina yo estaba.
En la sangre del parto.
En el padre placebo.
En el día de clases y amor al dinero.
Te amaba con tronco y pulgada
en pleno sepelio te amaba
pepa, botones y muecas
boquetes y entradas.
También los naufragios.
Tus hijos no míos,
los veo,  benditos.  No tuyos me dices.
Orino los astros del rito de novia,
de madre y de viuda, de abuela y de suegra
y sacudo mi peso sin nombre.
No tuyos, ni míos me dices.