¡Que explicas!
¡Que me dices!
¡Que digo ni que nada!
y estas palabras
se hicieron redondas
porque yo lo quise
porque yo lo quise
y sobre esto domino
con mis ojos de orca,
mi contorno lúcido y concreto,
fértil dentro de mis piernas,
potente en cada hueso,
me explico en estos versos
o estoy cerca
lo adivino.