30.- NICK DE UN PESCADOR


Aquí clavado como un J.H.S. cualquiera
clavado al video
y suplantado por la noche ambivalente de la pantalla
inflamo las várices del ojo
arrítmico y anclado al balbuceo

Aquí
me quedo perplejo
del oriente que tomó mi vida
y del sur, frío latigazo en que estoy.
Temporal a mi silencio
Epidérmico contrato que rasgúñame los vidrios
En mis ojos con la llave puesta
Equivocado.

Aquí
afable e impecable sin arrugas
quieto y plagiado
pudriendo mi propio ritual de las piernas.
Aquí
escuchándome,
odiando, inapetente e integral.

¿Cuándo dejarás de interrumpirme por la cresta?
¡Cómo no te das cuenta!
Que aquí
de azul polar brillante
me ganó la muerte.