31.- ÚLTIMA MIRADA


Asestando mi candado

de las lecturas indivisas de mis ojos

tapado y mi cansancio

cascando de mis risas y atizando anteojos

canso

a cada mirada de la tarde palomera si fuere posible

un poco más de aumento.


Morir y cansancio

en cada gramo que pasa por el bulbo de vidrio

que ya me rindo

sin detalles

día a día

madre

mía.