Asestando mi candado
de las lecturas indivisas de mis ojos
tapado y mi cansancio
cascando de mis risas y atizando anteojos
canso
a cada mirada de la tarde palomera si fuere posible
un poco más de aumento.
Morir y cansancio
en cada gramo que pasa por el bulbo de vidrio
que ya me rindo
sin detalles
día a día
madre
mía.