26.- INICIO DE SEMANA.
Acrisolado me madrugo
antes de poner los pies en el abismo.
Abro el ojo de mi bata.
Sobre las pantuflas mal cosidas
mis pies se aprontan.
Que ganas de rimar con propias patas
Me espera la vida que la siga
sin sabanas nupciales ni mujeres que maldigan.
Me apronta mi tecito con su pan
y las sonrisas con sus migas,
los ojos del gato, la nana y la cuchilla.
La puta: se acabó la mantequilla.
En esta casa ya no es cómodo vivir
aún no abro aquellos dos
y ya llegan con su mano a mi dinero.
Van duchadas por locomoción
y algún cigarro en sus bolsones.
Menos mal que no pago la pensión.
El perro me mira y ni levanta su cabeza.
Es mi perro por lo cual - no ladra.
Estoy contento;
me alejo de la casa
forrado en el ojo de mi abrigo.
Apenas llego hasta la esquina.
Aún no parte el lunes
y ya me clavan con espinas.
Las llaves se quedaron en la casa.
Regreso
resistiendo a los sollozos
Abro la puerta y ese olor no lo soporto.
- Por favor
saca la cabeza de ese horno -
¿No ves que se inicia la jornada?