27.- MAS ALLÁ DEL JARDÍN


Sé que por lo general
la balada no vuelve comandante
que si levanto un faro vendrá el desastre
que si saludo me aproximo a los bordes
y que la tierra nos ama sin asco.

¡Que malar de mi palo moreno!
Que sin mugidos la bala me perforará cantante
como el dinero nos devuelve a la madre
y que de su propio pernil tremebundo
amancebaré mi propio Belcebú militante.

Porque llorar a gritos del sastre
no sirve de nada
sobre todo si es un día lluvioso
que es cuando recuerdo a Daniel de la Vega

La culpa no es de vosotros los muertos
Los aquí presentes crepúsculos
los accidentales crespones y por supuesto los clones
son los que me sublevan de mis propios embriones
del corto trecho entre los dos puntos gemelos
que nos une siameses en propia talla y su coito.

¡Por mi culpa!
¡Por mi culpa!
¡Por mi gravísima culpa!
Ni de ti
ni de mí,
jamás
caerán los botones ,mi muerta.

De mis pájaros separo tu fósil mi ruta
y los augurios de acullá tus calzones.
Aunque en verdad os digo
que de esa llave goteando de mis propios tendones
la marejada
me viene ya muerta.